Edward Norton Lorenz en una conferencia del año 1972 acuño el concepto del efecto mariposa, donde se preguntó “¿puede el aleteo de una mariposa en Brasil, generar un tornado en Texas?”. En San Rafael el aumento de colectivo pego duro en los bolsillos de los usuarios, paso a $550 el mínimo, pero ¿puede el aumento del 300% en el pasaje de colectivo, generar una nueva categoría de trabajadores golondrina?
Históricamente en nuestro país, por lo menos desde que la media de la población tiene uso de razón, estamos discutiendo la humanidad detrás del Excel de la “macro”. Podríamos decir que es un sinónimo más de la histórica grieta que nos atraviesa como sociedad, acomodar los números con o sin la “gente adentro”.
Quienes hoy gobiernan la Argentina, expresión un poco más extrema de modelos ya conocidos, nos hablan de sacrificio social a costa del déficit cero. Nos prometen, cuales profetas del paraíso por llegar, que cuidar la caja nos hará libres y por arte de magia lograremos llegar a tierra prometida – Irlanda, Alemania o Francia – depende del día (el tiempo para lograrlo también puede variar según el humor presidencial).
En seis meses de gobierno libertario, según las últimas mediciones de la UCA, la pobreza creció al 55% en el primer trimestre de 2024 y la indigencia paso del 9% al 17%. Esto también impacta en Mendoza, y en San Rafael. Hubo un crecimiento generalizado en los asistentes a comedores y merenderos, a medida que la ayuda a estos se cortó de un día para el otro.
Ahora bien, como todo en materia económica, hay costos detrás de cada decisión política. Desde la llegada de los hermanos Milei a la primera magistratura del país, nuestros ingresos sufrieron recortes a base de sinceramientos de precios (prepagas, servicios, transporte, alimentos, etc.) al parecer el único “honesto” era el salario y las jubilaciones ya que no se “sinceraron” al ritmo del resto de los precios de la economía. Estos costos, impactan en la calidad de vida de las personas, no son un numero frio en una planilla de Excel.
Generalmente, el término “trabajadores golondrina” se utiliza para aquellos que deben migrar de sus provincias a otras para aprovechar los trabajos de temporada. Forma de explotación del trabajo que generalmente se da en la agricultura y algunas agroindustrias. Pero debido al aumento del pasaje de colectivo, en San Rafael, se comenzó a dar el fenómeno de trabajadores de la construcción de distrito que para que les quede ganancia al final de la semana para alimentar sus familias, buscan algún lugar donde “parar” de lunes a viernes en la ciudad y los fines de semana regresan a sus casas.
La mayoría de estos “nuevos golondrinas interdepartamentales”, se juntan y paran en construcciones abandonadas o a medio terminar donde improvisan un lugar para dormir y así poder trabajar. Es que, si deben afrontar el pasaje de colectivo ida y vuelta, y alguna vianda para pasar el día, el pago por el día de trabajo es inferior al gasto de ir a trabajar. Las organizaciones sociales hablan de cerca de 20 a 25 trabajadores que han relevado en estas condiciones, a los que asisten con alimentos. También, de unos 250 que salen de sus casas a primera hora y regresan a sus casas (o su lugar donde duermen) a altas horas de la noche los que también se han acercado en busca de que comer.
No se puede culpar a Milei de todo lo que pasa, es verdad que Argentina viene con problemas hace años. La destrucción del ingreso y las jubilaciones comenzó en 2015 con el gobierno de Mauricio Macri donde vieron una caída del 20% en el poder de adquisitivo, y un gobierno de Alberto Fernández que no pudo recuperar los ingresos y se profundizo el trabajo precarizado. Pero si que es necesario que el Estado en todos sus niveles empiecen a atender y mirar los rostros atrás del Excel, porque esta situación recién este empezando y según comentan quienes están todos los días atendiendo el hambre en los barrios más vulnerables, todavía no llegamos al fondo de la caída.